ACCIÓN EMPRENDEDORA JUNTO AL MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL

Acción Emprendedora Junto al Ministerio de Desarrollo Social buscan potenciar emprendimiento en mujeres de la Quinta Región.

 

En el marco del programa “Chile de todas y de todas” del Ministerio de Desarrollo Social, Acción Emprendedora tomó le desafió de potenciar la competitividad y la innovación en emprendimientos liderados por mujeres de distintas comunas de la V Región, como herramientas para la mejora de calidad de vida, la inclusión económica de sectores vulnerables y la movilidad social.

 

Lo importante del programa, que se desarrollará gracias al acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social,  es que las mujeres que se verán beneficiadas corresponden a un perfil de alta vulnerabilidad donde:

 

–       El 62% de las emprendedoras en etapas iniciales no cuenta con educación universitaria incompleta ni completa.

–       El 40% de las emprendedoras en etapas iniciales pertenece al nivel socioeconómico D.

–       El 44,6 % de las emprendedoras de la región emprende por necesidad, mientras que el 55,4% lo hace por oportunidad.

 

El programa se impartirá en tres provincias de la Quinta Región: San Antonio, Quillota y Marga Marga, logrando llegar a más de 600 mujeres.

 

Plan financiero para emprendedores principiantes

Un fallo habitual en emprendedores novatos es su actitud negativa hacia el plan económico y financiero de su plan de negocio. Vamos a ver si somos capaces de cambiar esa mentalidad.

Miedo a los números

Actualmente existen numerosas herramientas informáticas que realizan las operaciones necesarias para el cálculo de los ingresos, balances, presupuestos, etc como este simuladoresta guía o esta otra herramienta.

Lo importante es disponer de la información necesaria para poder introducir los datos necesarios que exigen estos programas y tener unos conocimientos básicos para interpretar los resultados.

Los datos que se necesitan para elaborar el plan económico ya los conocen generalmente los propios emprendedores que ya han reflexionado sobre su idea: cuánto dinero necesitas (inversiones), cómo lo conseguirás (financiación), cuánto prevees vender y a qué precio (ingresos), cuáles serán los costes variables de tus productos/servicios, y cuales serán tus costes fijos –incluyendo salarios-.

Muchos de estos elementos ya están indicados en el plan de empresa, en el plan económico simplemente los plasmamos de forma numérica y vinculada.

Se trataría ahora de darle forma a toda esta información, agruparla. Sin un plan económico-financiero no se puede determinar la viabilidad del proyecto.

El entorno, la idea de empresa, la estrategia, los procesos, el soporte y los objetivos…todo nos lleva al plan económico-financiero y no al revés.

Otra cuestión es interpretarlo, pero su realización es sencilla si el plan de empresa se ha hecho bien.

 


¿Qué determina la viabilidad de tu empresa?

El análisis económico-financiero viene dado por el conjunto de cálculos que permiten medir la rentabilidad y analizar la viabilidad económica de un negocio.

Para determinar la viabilidad económico-financiero de un proyecto, debes:

  1. Calcular los fondos necesarios para poner en marcha el negocio, las aportaciones de capital propio y de terceros, y desarrollar la previsión de tesorería.
  2. Calcular los beneficios previstos mediante la cuenta de resultados.
  3. Conocer en cada momento cómo se encuentra la empresa en términos económico-financieros, mediante el balance de situación.

Un proyecto será viable cuando:

  1. El presupuesto de inversiones (volumen de fondos necesarios, dinero, para poner en marcha una empresa) se encuentre cubierto por el presupuesto de financiación(fondos económicos que financian las inversiones cada año).
  2. Se obtenga un beneficio (Ingresos – Gastos del ejercicio) suficiente.
  3. Se tenga liquidez (capacidad que tiene una empresa para hacer frente a sus compromisos de pago inmediatos). Esto lo analizamos a través del presupuesto de Tesorería (saldo inicial+cobros-pagos= saldo final).


11 conceptos básicos que necesitas manejar

Al menos, necesitas conocer estos 11 conceptos básicos:

1. La financiación necesaria: Son los fondos necesarios en una empresa para poder desarrollar tu actividad. Esta necesidad se cubre mediante préstamos (deuda) o mediante la inversión de los socios de la empresa (capital).

2. La financiación propia: Que puede ser:

  • Aportada por los propietarios.
  • Recursos generados por la propia empresa y que no han sido repartidos (reservas, amortizaciones y provisiones, es decir, autofinanciación).
  • Aportaciones de terceros sin exigencias de devolución (por ejemplo, subvenciones).

3. La financiación ajena: Son fondos prestados por terceros (generalmente bancos u otras entidades financieras de ahorro o inversión) de forma temporal, con la exigencia de su devolución en fechas concretas y con el pago de una cantidad adicional (interés) en concepto de remuneración.

4. El fondo de maniobra o capital circulante: Es la parte de la financiación básica (recursos propios + recurso ajenos a largo plazo) de la empresa que sirve para financiar elementos del activo circulante.

5. La previsión de tesorería: Es el resumen mensual de los cobros y pagos que se harán en el plazo de un año. La tesorería de una empresa a una fecha dada será igual a lo que tenía al principio del periodo más la suma de las entradas del periodo menos la suma de las salidas

Y ahora viene lo más importante. Si eres capaz de distinguir los siguientes conceptos,nos atrevemos a decir que no vas a tener problemas de liquidez en tu negocio:

6. PAGO: La salida de dinero en efectivo o en otro medio cualquiera, para hacer frente a gastos, inversiones, proveedores o cancelaciones de créditos.

7. COBRO: La entrada de dinero en la caja, bancos, etc.

8. GASTO: El importe de la adquisición de bienes y servicios para la producción (compra de maquinaria, materias primas, energía…).

9. INGRESO: El importe obtenido por la venta de productos/prestación de servicios.

10. La cuenta de resultados (Pérdidas y Ganancias): Es la previsión del resultado económico obtenido por la empresa (beneficio o pérdida) a lo largo de un determinado período de tiempo. Resume las operaciones de la empresa durante un periodo de tiempo concreto, indicando los ingresos por ventas y otras procedencias, el coste de los productos vendidos, todos los gastos en que ha incurrido la empresa y el resultado económico.

11. El balance de situación. Consiste en la previsión del estado concreto de la empresa en un momento determinado). Indica el estado de sus inversiones y de sus fuentes de financiación. Informe de los bienes y derechos de la empresa (qué tiene y qué le deben): su ACTIVO; y de las obligaciones (qué debe la empresa y cómo se financia a la empresa): su PASIVO.

 


 

Estructura de costes y el punto de equilibrio

Si conoces cuáles son tus costes, puedes ser capaz de hacerte una idea de la viabilidad de tu proyecto calculando el punto de equilibrio. Como ya has preparado el plan de empresa y ya sabes qué quieres vender y tienes una idea de a qué precio, conociendo tus costes y el precio, puedes saber cuántas unidades de tu producto o de tu servicio tienes que vender para no perder dinero y para empezar a ganar dinero.

Si has analizado el mercado y tienes una idea del volumen de clientes que puedes alcanzar, puede ayudarte también a establecer tus precios.

Pero no puedes hacer nada de esto si no conoces tus costes:

  1. Los costes variables: Son aquellos asociados directamente a la materia vendida como serían el coste elementos incorporados al proceso productivo o el de consumos eléctricos, que varían en función de las unidades vendidas.
  2. Los costes fijos: Son aquellos independientes de las unidades de ventas realizadas, así por ejemplo los arrendamientos, los gastos de publicidad, los salarios, etc.

Punto de Equilibrio

Es el nivel de ventas que proporciona un beneficio cero; se alcanza en el punto en el se igualan los ingresos totales y los costes totales (costes fijos más costes variables); en ese punto no existen ni beneficios ni pérdidas; a partir de este punto, el aumento de las ventas origina un beneficio, mientras que por debajo de ese punto, la empresa estará en pérdidas.


 

¿Qué otra información necesitas conocer?

1. Definición del Plan de inversión inicial: Se trata de los gastos que no se consumen en el proceso productivo de un solo ejercicio, permaneciendo en la empresa en años sucesivos (equipos industriales, instalaciones…) y que son necesarios para poner en marcha una empresa.

2. Definición del Plan de financiación: Son los fondos de donde se obtienen los recursos para financiar el plan de inversiones.

3. Previsión de cifra de ventas / consumos: Es la cantidad, en dinero o unidades de producto o de servicio, que indica las ventas reales o previsibles de una empresa/el coste de los elementos incorporados al proceso productivo (compras, comercialización, etc.).

Para cada uno de los productos/servicios que la empresa comercializa debes anotar el número de unidades que se prevee vender, el precio de cada unidad y el coste de los consumos.

4. Previsión de gastos de explotación: Son los gastos generales de funcionamiento.

5. Previsión de Gastos de comercialización: Son los gastos relacionados directamente con las ventas (por ejemplo, las comisiones, el transporte, etc.).

6. Previsión de gastos de personal: Aquí debes incluir al personal contratado (con los salarios brutos de personal asalariado, incentivos y Seguridad Social a cargo de la empresa) y también al personal no laboral (incluye la retribución económica y los seguros sociales del personal no laboral).

7. Amortización. Es la cantidad de dinero destinada a compensar la depreciación efectiva sufrida por los elementos del inmovilizado de la empresa (piensa en un horno en un restaurante). Una amortización correcta debe de permitir financiar la reposición de los activos sin recurrir a financiación externa.

8. Beneficio: Es la diferencia entre los ingresos de una actividad y los gastos de esa actividad.

9. Beneficio antes de intereses e impuestos(BAII): Es el beneficio obtenido únicamente por la actividad, sin tener en cuenta los aspectos financieros (intereses), ni los impuestos que gravan el beneficio; sin tener en cuenta como está financiada la empresa.

10. Cash-Flow (Flujo de Caja): Expresa la capacidad de la empresa de generar fondos en un período determinado y viene determinado básicamente por la diferencia entre ingresos y gastos de cada ejercicio.

11. Período de recuperación de la inversión: En cuántos años vas a ser capaz de recuperar la inversión inicial a base de sumar los flujos de caja generados a los largo de los años. Cuanto más corto será el período de recuperación mayor será la liquidez del proyecto y menor el riesgo.

12. Rentabilidad Económica o Rendimiento de la inversión (BAII/Activo): Consiste en la relación entre el beneficio antes de intereses e impuestos y el total del activo.

12+1. Rentabilidad Financiera o Rendimiento del Capital (Bº Neto / Capital): Es la relación entre el beneficio neto y los capitales propios.

Fuente: Emprendedores.es

7 fondos concursables para financiar tu emprendimiento en Chile

Según un sondeo realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), 9 de cada 10 jóvenes chilenos sueñan con lanzarse al mundo del emprendedurismo. Sin embargo, muchas veces se encuentran con un obstáculo inevitable: la falta de capital. 

Si éste es tu caso, no te preocupes. Actualmente existen en Chile varios fondos concursables para emprendedores a los que puedes postular ya mismo. Aquí te dejamos 7 alternativas:

Brain Chile

Otorgado por: U. Católica y Banco Santander
Beneficios: $60 millones para los 10 mejores proyectos
Postulaciones: Convocatoria a través de la web Brain Chile.
Capital Semilla

Otorgado por: Sercotec
Beneficios: Cofinanciamiento de hasta 3,5 millones par acciones de gestión e inversión
Postulaciones: Convocatoria anual en la web de Sercotec
Programa Yo Emprendo
Otorgado por: Fosis
Beneficios: Financiamiento del plan de negocios con un mínimo de $300.000 y un máximo de $500.000. También brinda capacitación y asesorías.
Postulaciones: Convocatoria anual a través de la web deFosis.
Capital Abeja 

Otorgado por: Sercotec
Beneficios: Cofinanciamiento de hasta 3,5 millones par acciones de gestión e inversión (emprendimientos liderados sólo por mujeres)
Postulaciones: Convocatoria anual en la web de Sercotec
The S Factory
Otorgado por: Corfo
Beneficios: $12 millones para financiar hasta el 90% del proyecto.
Postulaciones: Se realizan dos concursos por año a través de Corfo y Start Up Chile.
Semilla Corfo
Otorgado por: Corfo
Beneficios: $25 millones para financiar hasta el 75% del proyecto.
Postulaciones:  Se realizan dos concursos por año a través de Corfo.
Youth ActionNet
Otorgado por: U. Andrés Bello, AIEP e International Youth Foundation.
Beneficios: 10 emprendimientos recibirán 3 mil dólares más capacitación.
Postulaciones: Del 15 de abril al 15 de junio en Youth Action.

Fuente: Universia.cl

Por qué todos quieren emprender y cómo hacerlo

Formar una empresa y ser tu propio jefe es muy tentador, sobre todo para los trabajadores actuales que pertenecen a la “Generación Millennials”, libre de esquemas y sin miedo a buscar nuevos horizontes.

Este 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, un buen minuto para analizar la posibilidad de pasar de ser empleado a dueño de un negocio. Y es que el sueño de formar una empresa propia cautiva a la mayoría de los chilenos. En la actualidad, los emprendedores son admirados y respetados en la sociedad, ya que aunque es el deseo de muchos, pocos se atreven realmente a intentarlo.

Mientras en el pasado el máximo orgullo era hacer una carrera laboral completa en una misma empresa, hoy el modelo ha cambiado. Los trabajadores jóvenes privilegian el desarrollo profesional por sobre la estabilidad, por lo que el emprendimiento es una idea completamente válida y valorada.

Los jóvenes profesionales de hoy, pertenecientes a la Generación Y, también conocida como Generación Millennials, creen en el emprendimiento como una oportunidad real de desarrollo profesional, dado que ellos prefieren trabajar de manera mucho más independiente, manejando un horario flexible que les permita compatibilizar su vida personal y su trabajo, realizando actividades que verdaderamente los motiven y apasionen, como podría ser la creación de un negocio propio basado en una idea personal”, indica Carolina Gutiérrez, jefa de carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad del Pacífico.

Según la experta, los nacidos después de 1980 tendrían condiciones casi innatas para emprender. “Esta generación posee una característica clave para emprender: disposición a la toma de riesgos. A la hora de generar un nuevo negocio, se debe asumir la incertidumbre respecto al éxito o fracaso de éste y sus consecuencias, algo que las generaciones anteriores estarían menos dispuestas a asumir”, recalca Gutiérrez.

Formar una empresa propia se sumaría a las alternativas convencionales de trabajar de manera dependiente. Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor para la Región Metropolitana, el 65% considera al emprendimiento como una opción de carrera deseable.

Si bien muchos creen tener la idea perfecta que será un éxito, lamentablemente algunos fracasan al ponerla en el mercado. Pero, más allá de las apreciaciones personales, ¿cómo identificar si una idea es viable?

“Para identificar si una idea tiene un éxito potencial es recomendable realizar una investigación de mercado que dé cuenta de la factibilidad comercial del negocio en el segmento al cual irá dirigido el producto o servicio a ofrecer, antes de poner en marcha el emprendimiento. Lo ideal es que expertos en el área de Marketing realicen dicha investigación. Por otra parte, también es importante realizar una evaluación económico-financiera del proyecto, que dé cuenta de la rentabilidad esperada del negocio”, explica la docente de la Escuela de Administración y Gestión de la Universidad del Pacífico.

Cómo financiar un emprendimiento 

Además de las ganas y de una buena idea, ¿qué se necesita para emprender? “Para emprender es muy importante contar con un plan de negocios formalmente definido, que sirva como guía para la organización del emprendimiento y el logro de los objetivos propuestos. Uno de los aspectos más relevantes dentro de este plan es la estructura financiera del negocio, la cual debe considerar fuentes de financiamiento propias o no. En la actualidad, un emprendedor en Chile no necesariamente tiene que recurrir al endeudamiento en caso de no contar con un capital inicial para comenzar su negocio, sino que también tiene la opción de buscar otras fuentes de financiamiento. Por ejemplo, el aporte de inversionistas interesados en hacer crecer un negocio innovador con potencial de crecimiento”, describe Carolina Gutiérrez.

De hecho, según una encuesta realizada por Universia y Trabajando.com, el 95% de los jóvenes chilenos aspira a emprender un negocio propio,pero considera que el obstáculo es la falta de recursos económicos. De acuerdo a un estudio online de la consultora multinacional de Recursos Humanos Randstad, el 90% de los trabajadores chilenos de entre 20 y 30 años emprendería si tuviera los medios y las redes necesarias. 

¿Qué deben hacer los que no tienen capital pero sí buenas ideas? La docente de Ingeniería Comercial de la U. del Pacífico recomienda buscar opciones como fondos concursables o empresas dedicadas a transformar una idea en un negocio.

El emprendedor puede buscar el apoyo de alguna incubadora o aceleradora de negocios que facilite tanto el inicio del emprendimiento como su desarrollo exitoso. Estas entidades, además de facilitar el acceso a posibles inversionistas privados o subsidios públicos, entregan al emprendedor importantes redes de contacto que potencian el desarrollo y crecimiento del negocio. Finalmente, también existen Fondos Concursables que apoyan el emprendimiento y la innovación en Chile, tales como los ofrecidos por la Corfo para diversos segmentos de emprendedores, o bien Concursos de Emprendimiento enfocados en alumnos universitarios con ideas innovadoras, tales como Jump Chile”, enumera Carolina Gutiérrez.

Mientras unos se lanzan y dejan sus trabajos para perseguir el sueño del emprendimiento, otros aún tienen susto de soltar la estabilidad de un empleo dependiente. Si la persona está en esta disyuntiva, la experta plantea la opción de repartir la jornada laboral.

“Es recomendable que al menos en la etapa inicial del nuevo negocio el emprendedor se dedique en un cien por ciento a la planificación, organización y control de las actividades relacionadas con su empresa. De todas formas, si una persona desea emprender pero cree que no posee un respaldo económico que le permita hacerlo sin trabajar, es posible compatibilizar un trabajo de medio tiempo con el inicio de un emprendimiento, tomando los resguardos necesarios para no descuidar el control de las metas propuestas”, indica Carolina Gutiérrez.

 

Fuente: ElObservatodo.cl

10 errores comunes al empezar un emprendimiento

A la hora de emprender, muchas personas lo inician sin haber estado previamente en el mundo de los negocios y comenten errores que pueden entorpecer o retrasar el proceso de crecimiento y solidificación de la empresa.

Acá te mostramos los errores que suelen cometer los novatos y los no tan novatos para que los evites y tu aventura empresarial termine en éxito.

1. No capacitarse antes de comenzar

Antes de iniciar cualquier proyecto, la capacitación debe ser anotada como primordial en la lista. No poseer la información adecuada puede traer desde pequeños hasta grandes problemas, que pueden acortar o extinguir la vida de tu negocio.
Saber cómo se manejan los impuestos, la contabilidad, conocer las leyes que rigen la jurisdicción dónde tienes tu empresa, dónde obtener tu mercancía, cómo debe ser el correcto almacenamiento. Son claves que te pueden ahorrar muchos dolores de cabeza.
No sólo debes aprender sobre el funcionamiento del negocio o las transacciones que debes realizar.
También debes formarte en manejo de relaciones públicas ya que en varios casos deberás tratar con proveedores.

 2. Fundar un negocio sólo en gustos y no en plan de marketing viable.

Si bien es cierto que a la hora de emprender es recomendable que tengas cierta afinidad con el producto o servicio que ofertes. Por ejemplo, sin un plan de marketing jamás podrás vender las mejores piedras pintadas a mano del mercado. Lo ideal sería adaptar la idea a lo que el consumidor desee o usaría. En vez de piedras, el público aceptaría mejor camisas con estampados artesanales.
Esto es un simple ejemplo, ojo tu puedes vender tus piedras siempre que tengan un gran plan de marketing que te respalde y para tenerlo debes tomar en cuenta en punto uno.

Debes conocer cuál es el tamaño de tu mercado, el alcance que esperas tener. Asimismo indagar sobre la competencia.
Tener presente el momento que vive el mercado, si es viable lanzar un producto en ese momento o no.

3. No promocionarse

En muchos casos, puedes tener el mejor producto, el mejor servicio, el mejor lugar, pero si no le das a conocer al público lo qué tienes. Tu facturación a final de mes no será la mejor.

Algunos emprendedores le restan importancia a este punto, sin embargo la promoción te pone visible a los ojos de los consumidores, y mantiene nutrida tu cartera de clientes el que te trae. Actualmente la excusa de que “la publicidad es muy alta, apenas soy un pequeño empresario”, no es válida, si bien es cierto que un centimetro en prensa o una cuña publicitaria puede salir de tu presupueste. Contamos con una opción mucho más económica y lo que es mejor, mucho más directa y de mayor alcance: las redes sociales.

4. Querer ser tú, el que lo haga todo

En el afán de reducir costo los puede llevar a los emprendedores a cometer este error tan común. Puedes querer llevarlo todo, pero a la larga esto puede llevar a un desgate y o qué las cosas se salgan de control. Esta generalmente es una de las causas por la cuales los negocios cierran sus puertas el primer año. Incluso los mejores emprendedores no pueden hacerlo todo. También debes aceptar que hay cosas que es mejor dejarlas en manos de expertos y o asesores. Esto claro siempre pidiendo un reporte claro y detallado de porqué se debe tomar esta una medida u otra.

5. Vivir fuera de sus medios

Muchas veces cuando los emprendedores ven que las ganancias de sus negocios comienzan a aumentar, tienden a subir el nivel de estilo de vida muy rápido, sin tener una idea clara de los ingresos y gastos. Se gasta más de la cuenta, muchas veces por no tomarse el tiempo de hacer un balance ajustado a la realidad. No tomar en cuenta esto afecta el presupuesto y el capital de la empresa desencadenando u estancamiento y en el peor de los casos un endeudamiento.

6. Ignorar cosas, y no preguntar

Contar con la asesoría de personas capacitadas, experimentadas y entendidas en el área que necesitamos, siempre será un recurso invaluable a la hora de emprender.
El temor de no preguntar debe ser disipado, al saber que el no hacerlo, puede comprometer la salud de tu negocio. Al obtener tus respuestas debes ser abierto y considerar todo para luego aplicar lo conveniente a tus necesidades.

7. Iniciar el día sin un plan

Si tomas decisiones diarias sin tener un leve bosquejo de cómo aprovechar el día. Podrías sufrir de falta de tiempo, el día transcurriría sin que hayas realizado algo productivo o solucionado los pendientes. La agenda de tu negocio debe contar con tareas a corto y a largo plazo. La idea es sacarle provecho a uno de los recursos más importante, el tiempo.
Fíjate por día un horario con barra de tareas, apégate lo más posible a él. Dejando espacios para los imprevistos y tu descanso.

8. Resistirse a los cambios.

Los tiempos siempre cambiarán, es una ley de vida. No cambiar para adaptarte a las nuevas exigencias del mercado puede dejarte fuera de la palestra. Un modelo de negocio pudo haber estado funcionando por un periodo determinado, pero el cliente muta, por así decirlo sus estilos de vidas, por ende lo hacen sus gustos, su consumo y la manera en cómo lo realizan. Mantenerte al día con lo que está en boga es vital, especialmente con lo que tenga que ver con la tecnología

9. Emplear gente por amistad

Se debe contratar gente por sus habilidades, no por parentesco u amistad. Puede ser la vía más fácil que veas pero en realidad fundamentar tu reclutamiento de trabajadores por lazos sentimentales, puede causar problemas con la autoridad y seriedad de las labores y se corre el peligro del permisivismo. En el caso de no estar capacitados para su puesto comprometería directamente la producción de tu negocio.

10. No redactar o asentar el plan de negocios.

 Tener por escrito todo lo planificado ahorra mucho tiempo en cuanto a cumplir con el cronograma y/o tareas establecidas por la estrategia que se implementa en nuestro negocio. Hacerlo así, se tiene idea clara de todo el funcionamiento ayudando a mantener el foco, previniendo problemas o crisis futuras.
Tomar en cuenta los puntos anteriores definen lo esencial de lo que no se debe hacer al emprender, en el aprovechamiento eficiente de los recursos está la clave del éxito.

Fuente: PlanEmprendedor.es

Las cinco claves de la cultura del emprendimiento

Existe consenso en que el emprendimiento es un motor activo de las sociedades, especialmente si se aprecia el alto porcentaje de fuerza laboral que genera y el significativo aporte que hace al Producto Interno Bruto (PIB).

Si bien el espíritu emprendedor es –básicamente- una característica personal, también es cierto que son muchas las experiencias en las que el estímulo por impulsar esta manera de ver la vida a un nivel más social ha generado un sólido impacto en las comunidades.

Si se entiende que la acción emprendedora tiene que ver con la capacidad de crear algo nuevo y con la generación de un valor novedoso, ¿cómo es posible desarrollar una cultura del emprendimiento?.

El contexto es difícil. Culturalmente las personas se forman con la idea de que en el ámbito laboral van a formar parte de un gran engranaje y pocas veces estarán encabezando algún proyecto.

No es poco común ver, por ejemplo, que si alguien emprende una actividad o negocio, en su entorno piensen que lo ha hecho porque “no consigue trabajo”.

Y relacionado con eso, otro complejo aspecto cultural arraigado es estigmatizar a quien ha fracasado en un intento de idea independiente. Si bien el emprendimiento tiene mucho de esta parte amarga, los expertos subrayan que son los fracasos previos los que forjan el éxito de una idea propia.

Cinco aspectos clave

1. El componente educativo. Es importante considerar el aspecto educacional al proceso de emprendimiento, ya que entrega fundamentos metodológicos para poner una idea en marcha en un contexto dinámico.

Crear un negocio implica también un proceso aprendizaje en el que se requiere el manejo de ciertas competencias y habilidades específicas. Muchas veces el liderazgo, la innovación y la toma de decisiones se van templando en la acción natural de un proyecto. Sería bueno una combinación de experiencia con aspectos de educación formal.

2. Compartir experiencias. Un aspecto importante es fomentar la interacción entre emprendedores, especialmente entre aquellos que han logrado acercarse al éxito con quienes se sienten atraídos por esa manera de ver la vida. El nexo entre ambos mundos tiene un impacto significativo en la comunidad, en general, y en el ecosistema emprendedor, en particular.

3. Una puerta para varios caminos. La importancia de una cultura emprendedora no sólo debe estar centrada en una dinámica de vocaciones de micro-empresarios, sino que comprender el fenómeno en todas sus perspectivas (social, pública, privada), ya que desde una perspectiva amplia puede dar cumplimiento a una eficiente variedad de expectativas.

4. El emprendimiento es un bien social. Los expertos subrayan que la dinámica emprendedora debe ser promovida, protegida y fomentada desde instancias púbicas a través de una generación de planes y políticas que garanticen el libre acceso para todos los habitantes de una nación.
Los diversos actores sociales deben garantizar el acceso de la cultura del emprendimiento como un bien social, considerando la trascendencia de su aporte.

5. La esencial tolerancia al fracaso. Si se considera que estadísticamente, el emprendedor tiene éxito en la tercera empresa que crea, un componente que surge para tomar en cuenta es la tolerancia a la frustración.

La frustración es una compleja emoción mixta que se forma de ira y tristeza. Surge cuando las cosas no avanzan como se quiere y en grados controlables es una reacción necesaria. En el caso del emprendimiento, permite estar alerta en las expectativas. Pero puede agotar.

La tolerancia a la frustración es una habilidad emocional entrenable que permite poner en juego la capacidad para reponerse ante las dificultades y seguir adelante.

Fuente: Innovacion.cl

7 errores al emprender con un socio

En teoría, una sociedad es una buena forma de iniciar una empresa. Sin embargo, en mi experiencia, no siempre es la mejor forma en la que un emprendedor puede organizar su negocio.

Lo difícil de la mayoría de las sociedades es que son como los matrimonios, y si conoces las estadísticas, sabes que más de la mitad no sobreviven. Hacer que un matrimonio funcione involucra manejar una serie de asuntos de pareja: ego, dinero, estrés y manejo de gastos. Piénsalo y tendrás una idea del trabajo que se requiere para conseguir que una sociedad se mantenga a flote.

Si estás pensando en atraer a un socio para emprender, considera los siguientes errores que debes evitar:

1. Compartir capital en lugar de ganancias: Cuando compartes tu propio capital (ya sea dinero, recursos, información o propiedad) estás automáticamente dando parte de tu empresa. En un mundo perfecto, tu socio es una persona íntegra y no se sentirá tentada a huir con éste. Sin embargo, el mundo no es perfecto, por lo que debes ser muy cuidadoso. En el contrato especifica que compartirán los gastos; así será más difícil que el otro no ‘se lave las manos’ si las cosas salen mal.

 2. Asociarte con alguien sólo porque no tienes presupuesto para contratar personal: Éste es un asesino de la sociedad desde el principio. La escena casi siempre es la misma: Bob tiene una idea de negocios y Fred tiene habilidad empresarial, pero Bob no tiene dinero para contratar a Fred como empleado, por lo que deciden compartir responsabilidades, gastos y ganancias. Si éste es tu caso, considera contratarlo o realizar un contrato independiente.

3. No tener un contrato por escrito y firmado: Debido a la naturaleza de las sociedades, todo detalle y obligación debe definirse con claridad y ponerse por escrito, siendo aceptado por ambas partes. Es recomendable hacerlo con la ayuda de un abogado profesional con experiencia en el ramo, elegido por todos los socios.

4. Omitir una sociedad limitada: Uno de los principales obstáculos de los acuerdos entre socios es la suposición de obligaciones el uno sobre el otro. Una forma de evitar estos problemas es crear sociedades limitadas, donde un socio no es responsable de las acciones y obligaciones del otro. De nuevo, para conseguir este punto lo recomendable es contratar a un abogado especializado.

5. No tener una estrategia de salida: Los matrimonios entre personas con muchos recursos inician con un acuerdo prenupcial. Lo mismo debes hacer en tu sociedad de negocios. En el acuerdo define los términos de salida que permiten que tú o tu socio abandonen la empresa, así como opciones para la otra parte de comprar el resto del negocio, de manera que te beneficie a ti en esa situación.

6. Esperar que la amistad sobreviva al rompimiento de la sociedad:Nuevamente veámoslo como si fuese un matrimonio: ¿Cuántas ex parejas siguen siendo verdaderos amigos? No muchas. Así que no te asocies con un amigo esperando que lo sigan siendo si dejan de ser socios. Puede sonar bien hacer negocios con tus amigos, pero recuerda que en el mundo de los negocios, éstos van primero y después los amigos.

7. Tener una sociedad 50/50: Todo negocio, incluso las sociedades, necesita un jefe. Si apuestas por incluir a un socio, divide el negocio 60/40 ó 70/30. Así, tú y el negocio tienen a una persona que se encargue del control en general.
Fuente: Entrepreneur.com